III Retiro de Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión

Por: Víctor Barojas.

El III Retiro de Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión inició a las 10:00 horas con cantos y una oración inicial, encomendando la jornada a Dios.

El primer tema fue impartido por el Pbro. Gustavo Olivares, quien abordó la espiritualidad del Ministro Extraordinario de la Comunión. En su exposición, invitó a los presentes a renovar el sentido profundo de su servicio a Cristo y a la comunidad, reflexionando sobre el privilegio de este ministerio, así como la importancia de la humildad y la reverencia.

Posteriormente, el Pbro. Mariano Guevara Gutiérrez, encargado de los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión en la Diócesis de Iztapalapa, desarrolló el tema La Presencia Real de Cristo en la Eucaristía. En su intervención, motivó a los asistentes a profundizar en su devoción y reverencia ante la Eucaristía, destacando el significado de la presencia real de Cristo en el Sacramento.

Uno de los momentos centrales del retiro fue la Hora Santa, en la que los ministros tuvieron la oportunidad de orar y meditar en adoración ante el Santísimo Sacramento.

Más tarde, se celebró la Santa Misa, presidida por el Pbro. Xavier Hernández García, quien en su homilía exhortó a los ministros a asumir con responsabilidad su misión, evitando juzgar a los demás y tomando conciencia de su propio llamado al servicio.

Tras la celebración eucarística, los participantes compartieron un momento de convivencia fraterna, acompañado de cantos y alabanzas dirigidos por jóvenes y ministros.

El Pbro. Abraham Trejo Castro continuó con el tema El amor fraterno como extensión del servicio eucarístico, resaltando la importancia de la caridad y la entrega en la comunidad.

Para cerrar la jornada, Iker Ibarra ofreció la última charla, animando a los ministros a reavivar su compromiso con el ministerio. A través de su ponencia, los invitó a reflexionar sobre sus motivaciones, experiencias y áreas a fortalecer en su labor pastoral.

El retiro concluyó con un renovado espíritu de servicio y un firme compromiso de los ministros extraordinarios en su misión de llevar la Eucaristía a la comunidad.