top of page

Comentario al Evangelio del VII Domingo Ordinario

Foto del escritor: Diócesis de IztapalapaDiócesis de Iztapalapa

Por: Redacción.


Queridos hermanos y hermanas en Cristo, en este Domingo VII Ordinario, el Señor nos invita a Amar como Dios Ama, es decir, vivir el amor en su máxima expresión. Un amor que va más allá de nuestros sentimientos o intereses, un amor que nos desafía a parecernos a nuestro Padre celestial.



El amor que rompe barreras

Jesús nos dice: “Amen a sus enemigos”. Es una de las enseñanzas más radicales del Evangelio. Amar al que nos hace daño, bendecir al que nos insulta, orar por quien nos difama, no es algo natural para el corazón humano, pero sí es el camino de Dios. Mientras el mundo nos dice: "devuélvele el mal a quien te hace mal", Cristo nos enseña que el verdadero discípulo rompe con la lógica del odio y responde con amor.


David: el ejemplo del amor que perdona

En la primera lectura, vemos a David en una situación donde, humanamente, habría sido legítimo vengarse. Saúl, su enemigo, estaba a su merced. Sin embargo, David elige el camino del amor y el respeto por el ungido del Señor. No lo mata, aunque tenía la oportunidad, porque entiende que el juicio le corresponde solo a Dios. Esta escena nos muestra que el verdadero poder no está en la venganza, sino en la misericordia.


Un amor que no espera nada a cambio

Jesús nos pide que amemos sin esperar recompensa. En un mundo donde muchas veces damos esperando recibir algo a cambio, Cristo nos enseña el amor gratuito. "Si aman solo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario?" Nos llama a ir más allá, a prestar sin esperar devolución, a dar sin calcular. Es un amor que solo puede brotar de un corazón que ha sido tocado por Dios.


Ser semejantes al hombre celestial

San Pablo nos recuerda en la segunda lectura que, aunque hemos nacido como seres humanos terrenos, estamos llamados a ser semejantes a Cristo, el hombre celestial. ¿Y cuál es la mayor característica de Jesús? Su amor sin límites, su perdón sin condiciones, su entrega total.


La medida del amor: el perdón y la generosidad

Jesús nos dice: "Con la misma medida con que midan, serán medidos". Si somos duros con los demás, nos medirán con la misma dureza. Si somos generosos en el amor, Dios nos colmará con una medida rebosante. Si juzgamos con misericordia, seremos tratados con misericordia.


Ser misericordiosos como el Padre

Jesús nos lanza un reto: "Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso”. No es fácil, pero es el camino del verdadero cristiano. Amar a los enemigos, perdonar, dar sin medida, ser reflejo del amor del Padre en el mundo.


Pidámosle a Dios que transforme nuestros corazones para que podamos vivir este amor extraordinario, ese amor que nos hace verdaderos hijos del Altísimo. Amén.

Comentarios


CURIA DIOCESANA

ATENCION: LUNES A VIERNES 

9:00 A 15:00 HRS

REDES SOCIALES
CONTACTO

55 5634 0103

 

Procuradores No. 6 Col. El Sifón C.P. 09400 Iztapalapa, CDMX

 

comunicacion.diocesisiztapalpa@gmail.com

  • Blanco Icono de Instagram
  • Blanco Icono de YouTube
  • Twitter Icono blanco
SUSCRIBETE A NUESTRO BOLETIN
untitleddesign_57795489_original_KCVmVk4

© 2023 DIOCESIS DE IZTAPALPA

bottom of page