Primer Día de Visita Pastoral en la Parroquia de los Santos Reyes, Culhuacán

Por: Víctor Barojas

El 13 de octubre se llevó a cabo el primer día de la Visita Pastoral de +S.E. Mons. Jorge Cuapio Bautista, Obispo de la Diócesis de Iztapalapa, en la Parroquia de los Santos Reyes, ubicada en la colonia Culhuacán y dirigida por el Pbro. Alejandro Vidal Crispín de Jesús.

En su primer encuentro, Monseñor Jorge Cuapio Bautista dialogó con los integrantes de la Escuela de Pastoral, Pastoral Familiar, Catequesis. Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión y Renovación Carismática, a quienes expresó que su visita tenía como finalidad conocer mejor a la comunidad para servirle de manera más cercana y efectiva.

El recorrido pastoral inició con la presentación del Equipo Laico al Servicio de la Pastoral, quienes expusieron sus funciones y las actividades que realizan dentro de la parroquia. Posteriormente, el Obispo escuchó a los representantes de la Pastoral Familiar, quienes compartieron sus proyectos y la colaboración que mantienen con el Pbro. Lázaro Farfán, encargado diocesano de esta pastoral.

El tercer grupo en presentarse fue el de Catequesis, que explicó la manera en que imparten el catecismo a los niños de forma dinámica y reflexiva, buscando que los más pequeños conozcan y amen a Dios. A continuación, los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión (MESC) detallaron su labor de servicio en la parroquia, especialmente en la distribución de la comunión y la atención a los enfermos.

Más adelante, Andrea Irma Moscoso Díaz, responsable de la atención parroquial, explicó su labor en la gestión de recursos y recaudación de fondos para el mantenimiento y mejora del templo, promoviendo la participación activa de la comunidad.

También se presentó el grupo de Renovación Carismática, destacando su trabajo en la evangelización, el crecimiento espiritual y la alabanza comunitaria. Por su parte, el laico responsable de la Pastoral Familiar a nivel Decanato compartió con el Obispo la estrategia pastoral que siguen las parroquias de la zona.

El párroco Pbro. Alejandro Vidal Crispín de Jesús hizo una breve reflexión sobre sus 18 años de servicio en la comunidad, señalando que su labor pastoral se ha caracterizado por escuchar y acompañar con cercanía a los fieles.

Al término de las presentaciones, Monseñor Jorge Cuapio Bautista agradeció el trabajo de cada grupo y subrayó la importancia de servir a los demás como un acto de amor y de glorificación a Dios. Recordó, además, los cuatro años transcurridos desde su llegada a la Diócesis de Iztapalapa, mencionando que en aquel entonces aún se utilizaba cubrebocas. Destacó que, desde su llegada, su principal objetivo ha sido darle identidad y rostro propio a la Diócesis.

“Nuestra primera tarea como Iglesia es darle rostro a nuestra Diócesis.”

Es decir, Monseñor invitó a todos los fieles a asumir su papel en la construcción de una Iglesia viva, que refleje su historia, su cultura y su compromiso con el Evangelio.

“La misión de los adultos es guiar a los demás para ser Iglesia.”

Es decir, los adultos deben ser testimonio de fe y acompañar a las nuevas generaciones en su camino cristiano.

“Todos construimos la Iglesia si vivimos en el Espíritu de Dios.”

Es decir, cada miembro de la comunidad tiene una responsabilidad activa en la vida eclesial cuando actúa movido por el amor y la unidad.

“La Diócesis tiene que ser como una gran familia de Dios.”

Es decir, Monseñor recordó que la Iglesia debe ser un espacio de acogida, fraternidad y comunión.

“Somos muy buenos para pelear y muy malos para vivir en paz.”

Es decir, exhortó a los fieles a superar las divisiones y buscar la reconciliación como signo del verdadero discipulado cristiano.

“Tenemos que trabajar nuestro corazón para aprender a vernos como hermanos.”

Es decir, invitó a cultivar la empatía y el amor fraterno, reconociendo a Cristo en cada persona.

“Aprender a mirar nuestras relaciones para que sean fraternas.”

Es decir, llamó a construir vínculos basados en el respeto, la escucha y el servicio mutuo.

“La tarea no está en el apostolado, sino en pedirle a Dios la gracia de poder amar a Dios y a los demás.”

Es decir, recordó que la auténtica misión cristiana nace del amor y la oración, no solo de las actividades.

“Tenemos que entender a las personas de este tiempo para poder servir mejor.”

Es decir, pidió abrir la mente y el corazón para comprender los desafíos actuales y ofrecer respuestas pastorales acordes con la realidad.

“Tenemos que cuidar nuestra Iglesia: niños, matrimonios, ancianos y enfermos.”

Es decir, invitó a una pastoral inclusiva que acompañe a todos los miembros de la comunidad, especialmente a los más vulnerables.

Monseñor enfatizó la necesidad de “actualizar la mente, el corazón y las manos”, es decir, renovar constantemente la fe, los sentimientos y las acciones para servir con autenticidad.

Antes de concluir el encuentro, pidió a la comunidad ofrecer una visita al Santísimo o el rezo del Santo Rosario por los sacerdotes, para que puedan servir con amor y fidelidad.

Finalmente, se celebró la Santa Misa, presidida por Monseñor Jorge Cuapio Bautista y concelebrada por el Pbro. Alejandro Vidal Crispín de Jesús. Durante su homilía, el Obispo reflexionó sobre el peligro de condicionar a Dios, recordando que la gran diferencia entre Dios y los ídolos es la libertad.

“Dios es libre; por eso lleva el nombre del Señor. Un ídolo es manipulable, pero Dios no lo es.”

Explicó que el principio de la fe está en escuchar la Palabra de Dios y pidió la gracia de tener un corazón dócil y perseverante ante lo que el Señor nos dice.