Segundo día de la Visita Pastoral en la Parroquia de Santa Isabel, colonia Los Cipreces
- Diócesis de Iztapalapa

- 18 oct
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El 17 de octubre, a las 17:00 horas, se llevó a cabo el segundo día de la Visita Pastoral de +S.E. Mons. Jorge Cuapio Bautista, Obispo de la Diócesis de Iztapalapa, en la Parroquia de Santa Isabel, ubicada en la colonia Los Cipreces y a cargo del Pbro. José Manuel Vargas Andrade.

La jornada inició con un encuentro entre el obispo y los encargados del Comedor Comunitario “La cocina de la tía Nay”: Norma Angélica Maya Gatpica, Fanny Vanesa Menez Medina y Marcos Rubén Obregón Lozano; así como con Gisela Robles Clara, responsable de COPACO (Comisión de Participación Ciudadana) y enlace ciudadano de las colonias Minerva y Cipreces. El obispo manifestó su interés por conocer de primera mano el trabajo social que realizan en la zona. Tras escuchar su testimonio, destacó que la labor alimentaria comunitaria es “una forma concreta de vivir el Evangelio”.

Posteriormente, sostuvo un diálogo con Karen Xhanat y Gloria, integrantes de la Pastoral Socio-Caritativa de la parroquia, quienes detallaron su labor en la elaboración y entrega de despensas. Mons. Cuapio subrayó el valor de esta tarea al afirmar que “es una bendición poner el pan en la mesa del otro”.

Más adelante, se reunió con integrantes del Coro Rosa Mística, del Camino Neocatecumenal y de Renovación Carismática Católica. En ese espacio, el obispo destacó la importancia de la música como medio para atraer a los jóvenes y señaló su papel relevante en el futuro de la vida familiar y comunitaria.

La jornada continuó con la celebración de la Santa Misa, presidida por Mons. Cuapio y concelebrada por el párroco José Manuel Vargas Andrade. En la homilía, el obispo reflexionó sobre el riesgo de la hipocresía en la vida cristiana y llamó a asumir los límites personales con sinceridad para superarlos con la gracia de Dios. Asimismo, exhortó a no ceder al miedo ante las pruebas, recordando que el horizonte de la fe es la vida eterna y que el amor misericordioso de Dios es un motivo para confiar.

Al término de la Eucaristía, se presentó el movimiento “Lazos de Amor Mariano”, cuyos integrantes expusieron sus actividades en la parroquia, centradas en la misión evangelizadora, la devoción mariana y la oración reparadora, así como la visita cotidiana al Santísimo Sacramento.

En un mensaje final, Mons. Cuapio recalcó que “toda persona tiene una misión y una vocación”, y que los dones recibidos deben ponerse al servicio de Dios y de la comunidad: “No competimos, compartimos”, afirmó. Llamó además a reconocer y acompañar a quienes sufren, evitando la indiferencia.

Por su parte, el Pbro. Vargas reiteró la importancia del sacramento de la confesión en su ministerio, señalando que en muchos casos aconseja a los penitentes integrarse a grupos parroquiales para fortalecer su vida de fe. Recordó también la necesidad de permanecer atentos ante el mal y confiar en la acción de Dios.






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