Segundo Día de Visita Pastoral en la Parroquia de los Santos Reyes, Culhuacán

Por: Esli Marihan Bahena Rivas.

El 14 de octubre se llevó a cabo el segundo día de la Visita Pastoral de +S.E. Mons. Jorge Cuapio Bautista, Obispo de la Diócesis de Iztapalapa, en la Parroquia de los Santos Reyes, ubicada en la colonia Culhuacán y dirigida por el Pbro. Alejandro Vidal Crispín de Jesús.

Durante esta jornada, Monseñor Jorge Cuapio Bautista dialogó con los integrantes de los diferentes grupos parroquiales: Catequesis, Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión, Renovación Carismática, Liturgia y las diversas mayordomías.

El encuentro comenzó con la presentación de cada grupo ante el Obispo. En primer lugar, la subcoordinadora de Catequesis, Guillermina Torres Hernández, explicó que el objetivo principal del grupo es hacer más dinámica la enseñanza de la fe, especialmente para captar la atención de niños y jóvenes. Mencionó también la necesidad de contar con espacios adecuados para impartir la catequesis y destacó como uno de los principales retos la participación activa de los padres en las actividades de sus hijos.

Posteriormente, Josefina Andrade Pérez, representante del grupo de Liturgia, expuso que su labor se centra en el servicio al altar. Explicó que las integrantes se preparan espiritualmente mediante la oración los días martes y un retiro anual en un convento del desierto. Algunas de ellas pertenecen a las Misioneras del Señor de la Misericordia, quienes además de su servicio litúrgico, evangelizan visitando hogares de la comunidad con la imagen de la Divina Misericordia, rezando la coronilla y promoviendo la oración familiar durante nueve días consecutivos.

Por su parte, Gerardo Romero, del grupo de Renovación Carismática, señaló que su comunidad mantiene una disposición abierta para colaborar con otros grupos parroquiales. Entre sus actividades destacan los retiros de Kerigma, Pascua Juvenil y la Velada de Pentecostés. Su formación espiritual se realiza los días jueves después de la Hora Santa.

En su intervención, el Pbro. Alejandro Vidal Crispín de Jesús reflexionó sobre el llamado de Dios, destacando que “Dios no elige las mejores notas ni a las personas más inteligentes, sino que llama según los dones que el Espíritu Santo concede”. Subrayó la importancia de reconocer ese llamado, que puede manifestarse de múltiples formas: en el ejemplo de vida de otra persona, en una homilía, en la oración o en el encuentro con el Obispo.

Al término de las presentaciones, Monseñor Jorge Cuapio Bautista agradeció el trabajo de cada grupo y resaltó la importancia del servicio como expresión del amor cristiano. “Todos unificamos una misma Iglesia, porque compartimos la misma fe en Cristo, que es la cabeza del Cuerpo que formamos los creyentes”, afirmó. Agregó que la Iglesia no se reduce a un edificio o institución, sino que es una comunidad viva unida por el Espíritu Santo.

El Obispo recordó que cada grupo tiene un papel esencial dentro de la comunidad: “Es una obra de colaboradores donde nadie sobra y todos participan”. Asimismo, invitó a mantener el respeto mutuo y a reconocer el valor de cada integrante.

Durante su mensaje pastoral, Monseñor compartió tres orientaciones:

• Compartir la misión: Invitó a los fieles a abrirse y sumar a más personas a los grupos parroquiales, ya que al servir se construye el Reino de Dios y se testimonia el amor de Cristo en la comunidad.

• Acompañar a los adolescentes: Señaló la importancia de ser empáticos con los jóvenes, comprender sus dificultades familiares y brindarles apoyo espiritual y afectivo. Exhortó a orar por ellos para que permanezcan en el camino del Señor.

• Fomentar la oración: Recordó que la oración sostiene la fe y pidió orar por quienes atraviesan momentos difíciles, llevando en el corazón a los hermanos más necesitados.

Finalmente, exhortó a leer y escuchar la Sagrada Escritura, recordando que es “la forma en la que Dios habla a su pueblo”.

La jornada concluyó con la celebración de la Santa Misa, presidida por Monseñor Jorge Cuapio Bautista y concelebrada por el Pbro. Alejandro Vidal Crispín de Jesús. Durante su homilía, el Obispo reflexionó que creer en Dios es un don que debemos valorar, y subrayó que la fe no depende de señales extraordinarias, sino de la apertura del corazón. Invitó a los fieles a dar prioridad a la vida interior sobre lo externo, como signo de una auténtica relación con Dios.