Por: Iliana López Campos.
El 8 de marzo, el Colegio José María Morelos y Pavón, ubicado en el Cuarto Decanato, fue sede del Tercer Encuentro Diocesano de Laicos, bajo el lema "Peregrinos de Esperanza".
La jornada inició a las 10:30 horas con un momento de alabanza, seguido de la entronización de la Biblia, a cargo del Presbítero Carlos Triana. Posteriormente, se impartió el tema "Los siete peregrinos de Fe y Esperanza en la Iglesia", que invitó a los asistentes a reflexionar sobre el caminar cristiano.
Tras un breve receso de 30 minutos, se vivió un profundo momento de adoración con la exposición del Santísimo, en un ambiente de oración y encuentro con el Señor.
Uno de los momentos más significativos fue la ponencia "La nueva Eva", en la que se contrastó la figura de Eva con la Virgen María: mientras la primera entró en contacto con el fruto prohibido, María, la nueva Eva, acogió en su vientre al Salvador.
Además, cuatro laicos compartieron sus testimonios de Fe, Conversión, Esperanza y Amor, enriqueciendo la jornada con sus experiencias de vida cristiana.
A lo largo del encuentro, los Presbíteros Fernando Escobar López, Ramón Saldaña y Javier Ruiz estuvieron disponibles para el sacramento de la Reconciliación, permitiendo a los asistentes vivir la Cuaresma en un espíritu de conversión.
Eucaristía presidida por Mons. Jorge Cuapio Bautista
A las 16:00 horas, el encuentro concluyó con la celebración eucarística, presidida por Mons. Jorge Cuapio Bautista, Obispo de la Diócesis de Iztapalapa, y concelebrada por los presbíteros:
Adrián Fernández, responsable general de la Pastoral Vocacional.
Lázaro Durán Herrera, coordinador diocesano de laicos.
José Ibarra Ugalde, decano del Cuarto Decanato.
Carlos Triana González, predicador del evento.
Durante su homilía, Mons. Cuapio Bautista invitó a los fieles a vivir este tiempo litúrgico con profundidad:
"La Cuaresma es un tiempo de reencuentro con Dios. A través de la oración, podemos redescubrir el camino de la esperanza".
El Tercer Encuentro Diocesano de Laicos se consolidó como un espacio de formación, comunión y renovación espiritual, fortaleciendo el compromiso de los laicos en la misión evangelizadora de la Iglesia.
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