Toma de Posesión del Pbro. Agustín Peralta Rivera en la Parroquia de San Miguel Arcángel en el Barrio de San Miguel.
- Diócesis de Iztapalapa
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Por: Iliana López Campos.
La tarde del 12 de septiembre de 2025, el Pbro. Agustin Peralta Rivera tomó posesión de la Parroquia de San Miguel Arcangel en el Barrio de San Miguel, Iztapalapa. La celebración eucarística fue presidida por +S.E. Mons. Jorge Cuapio Bautista, Obispo de la Diócesis de Iztapalapa.

En su homilía con motivo de la toma de posesión, Mons. Jorge Cuapio Bautista invitó a la comunidad a reflexionar sobre el Evangelio de San Lucas. Un cristiano deber ser un gran apóstol, que haga que todos los hombres lleguen hasta el último rincón y conozco a Cristo, que lleve una profesión de vida cristiana, que viva todos los días con alegría, y nunca se arrepienta de sentir a Cristo en su corazón, la indolencia es un terrible defecto, un cristiano debe ser auténtico.

Posteriormente, el Pbro. Agustín Peralta Rivera, realizó la profesión de fe y se comprometió a enseñar con fidelidad los Santos Evangelios, durante un periodo de 6 años. Monseñor Jorge Cuapio, fue el encargado de revestirlo con los ornamentos propios de su nueva misión.

Posteriormente, se realizó la procesión a los diversos lugares celebrativos de la Iglesia parroquial, sobre todo en los que litúrgicamente se celebran los sacramentos de la fe, significando la encomienda pastoral:
Sede presidencial: Es el lugar que ocupa quien preside la celebración y uno de los espacios desde los cuales se predica, es decir, se enseña al pueblo congregado. Este sitio lo ocupa el párroco, encargado de la cura de almas en esta comunidad parroquial.
El altar: Es signo de Cristo. Los Padres de la Iglesia afirmaban que Cristo mismo fue al mismo tiempo sacerdote, víctima y altar. Por ello, el altar es venerado en toda celebración litúrgica.
La Capilla del Santísimo Sacramento: Este es el corazón de la parroquia, porque allí se encuentra Cristo mismo presente en el sacramento eucarístico. Es el lugar al cual todos los fieles deberían dirigirse primero para hacer oración; de este diálogo nace la fuerza para los católicos.
El bautisterio: La pila bautismal es el lugar donde se realiza el signo que nos incorpora al Cuerpo Místico de Cristo, haciéndonos miembros de la Iglesia, hermanos de Cristo y templos del Espíritu Santo. Allí comienza la vida de gracia.
La sede confesional: Es donde se dispensa la misericordia de Dios. La reconciliación es el sacramento en el cual los fieles, mediante la confesión de sus pecados, piden perdón y reciben el abrazo misericordioso de Dios a través del sacerdote.
Las llaves de la Iglesia (en la entrada): El párroco recibe las llaves del templo como signo de su misión. La puerta recuerda que Cristo es la puerta del redil y del Reino de los cielos. Al atravesar su umbral, los fieles entran para encontrarse con Él y con la comunidad, como familia en la casa del Padre.
El campanario: Las campanas convocan a los fieles a la asamblea celebrativa. Desde tiempos antiguos, su sonido se interpreta como signo del llamado de Dios.
Al finalizar, el Pbro. Lázaro, decano del Segundo Decanato, dio la bienvenida al Pbro. Agustín, gesto que también compartió el Pbro. Victor, ex párroco de San Miguel.

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