Toma de Posesión del Pbro. Víctor Manuel en la Parroquia de Nuestra del Refugio y de la Cuasiparroquia de la Sagrada Familia.
- Diócesis de Iztapalapa

- 15 sept
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Por: Víctor Barojas.
En la tarde del 14 de septiembre, tomo posesión el Pbro. Víctor Manuel en la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio y de la Cuasiparroquia de la Sagrada Familia en la colonia Santa Martha Acatitla. La celebración fue presidida por +S.E. Don Jorge Cuapio Bautista, Obispo de la Diócesis de Iztapalapa.

En el marco de la liturgia del XXIV Domingo del Tiempo Ordinario, el Obispo de Iztapalapa exhortó a los fieles a reflexionar sobre la relación entre el ser humano y Dios. Durante su homilía, advirtió sobre el riesgo de olvidar las obras divinas en nuestra vida de fe y de construir “un dios a nuestra medida”.

A la luz del Evangelio, recordó que el verdadero Dios es Padre misericordioso: busca, espera, se alegra con nuestra presencia y celebra el regreso de cada hijo. “Dios es como es, un Padre misericordioso. A sus ojos todos somos pecadores, pero profundamente amados por Él”, afirmó. Subrayó que no es el hombre quien debe buscar a Dios, sino que es Dios mismo quien sale al encuentro, invitándonos a tener un corazón abierto.

Más adelante, el Pbro. Jesús Hernández Ramírez, Decano del Octavo Decanato, leyó el nombramiento del Pbro. Víctor Manuel como administrador parroquial en la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio, mencionándole todas las responsabilidades como párroco.

Posteriormente, el Pbro. Víctor Manuel realizo la profesión de fe que va enseñar en la comunidad de la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio y en la Cuasiparroquia de la Sagrada Familia, comprometiéndose con los Santos Evangelios con sus responsabilidades que le han mandad el +S.E. Don Jorge Cuapio Bautista, Obispo de la Diócesis de Iztapalapa. Luego, Monseñor Jorge revistió al Nuevo párroco de la comunidad.

Posteriormente, se realizó la Procesión a los diversos lugares celebrativos de la Iglesia parroquial, sobretodo en los que litúrgicamente se celebran los sacramentos de la fe, significando la encomienda pastoral.

Sede presidencial: Es el lugar que ocupa el que preside la celebración y uno de los lugares desde el cual se predica, es decir, se enseña al pueblo congregado, la forma en que Cristo invita a vivir , este lugar es ocupado por el Párroco, que es el encargado de la cura de almas en esta comunidad parroquial.

El altar: es signo de Cristo, los padres de la Iglesia no duraron en afirmar que Cristo mismo y al mismo tiempo fue Sacerdote, víctima y altar. Por ello es venerado en toda celebración litúrgica.

La Capilla del Santísimo Sacramento: Este es el corazón de la parroquia, porque es allí donde se encuentra Cristo mismo presente en el sacramento eucarístico, Lugar al cual todos al entrar nos tendríamos que dirigir primero, sobre todo para hacer oración, de este dialogo surge la fuerza para los católicos.

El bautisterio: La pila bautismal es el lugar donde se realiza el signo que nos hace pertenecer al Cuerpo Místico de Cristo, miembros de la Iglesia, hermanos de Cristo y templos de Espíritu Santo, es donde se nace la vida de gracia.

La sede confesional: Es donde se dispensa la misericordia de Dios. La Reconciliación es el Sacramento donde la conversión y el arrepentimiento de los fieles manifestados en la confesión de sus pecados piden el perdón de Dios; por su parte en la persona del Sacerdote se expresa el amor misericordioso que tiene Dios para todos.

Las llaves de la Iglesia (En la entrada de la Iglesia): El párroco recibe las llaves de la puerta de la Iglesia parroquial, la puerta nos recuerda que Cristo mismo se pone como la puerta del redil, Cristo el Señor es la puerta que nos da acceso al Reino de los cielos, cada vez que atravesamos su umbral, recordamos que entramos para encontrarnos con Él y con los hermanos, como una familia en la casa del Padre.

El Campanario: Las campanas son convocadas para convocar a los fieles a la asamblea celebrativa, desde el antiguo el sonido de las campanas se ha interpretado como el signo del llamado de Dios.

Al concluir la celebración, el Pbro. Jesús Hernández Ramírez, decano del VIII Decanato, dio la bienvenida al Pbro. Víctor a su nueva comunidad, animando a los fieles a trabajar en comunión con su pastor. En el mismo espíritu, los presbíteros Hugo y Jorge Ventura expresaron su cercanía; este último, al recordar que aquella fue su primera comunidad, pidió a los feligreses que acojan con cariño al nuevo sacerdote.

Por su parte, el Pbro. Víctor agradeció al Obispo su oración y la confianza depositada en su nueva encomienda pastoral.





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